BIODEGRADABLE NO, COMPOSTABLE SI.

“La legislación prohíbe las bolsas de plástico biodegradables, pero las compostables estarán exentas de esto…”, confirmó la titular de la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA) de la Ciudad de México, Marina Robles García mediante un comunicado.

El documento legal define compostable como: un material susceptible a biodegradarse como mínimo al 90 por ciento en 6 meses, si es sometido a un ambiente rico de dióxido de carbono o en contacto con materiales orgánicos, al cabo de 3 meses la masa del material debe estar constituida como mínimo por el 90% de fragmentos de dimensiones inferiores a 2 milímetros.

En términos más sencillos, las bolsas compostables significa que se puede hacer composta con ellas, es decir, una composta es la mezcla de materiales orgánicos, de tal manera que fomenten su degradación y descomposición. El producto final se usa para fertilizar y enriquecer la tierra de los cultivos; explicó Miguel Rivas (investigador y activista ambiental), es decir, aquel conjunto de materiales orgánicos que se pueden utilizar como abono, aunque insistió que el resultado de estos los materiales biodegradables no son compatibles con dicho material orgánico.

Este material representa una parte considerable de las 13.000 toneladas de basura que genera diariamente la urbe de nueve millones de habitantes, de las cuales sólo se reciclan 1.900 toneladas, mientras que 8.600 toneladas terminan en rellenos sanitarios.

Las bolsas compostables no están disponibles en todas partes, la alternativa que tenemos más a mano para los usuarios son las bolsas de papel y las de algodón.

El punto importante es cambiar nuestros hábitos de consumo, de otra manera la producción y consumo de plástico no cambiará.

Podemos contribuir mediante pequeños actos que contribuyen a grandes ahorros; por ejemplo, no usar popotes o pajillas en las bebidas, o bien optar por popotes eco-friendly, de los cuales hay muchas opciones en el mercado.

Otra forma de contribuir es solicitar nuestras bebidas en envases de cristal y no embotellados; inclusive el comprar frutas y verduras que usen empaques amigables con el ambiente, lo cual hasta puede ayudarnos a ahorrar un buen porcentaje de dinero al comprarlas a granel.

Ciertamente el consumo de plásticos es muy alto a nivel global y pareciera que cualquier acto nuestro no logra nada; pero el crear conciencia y poco a poco cambiar hábitos generará un notable impacto a nivel global.